rezando en la montaña

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domingo, 16 de febrero de 2014

El Santo Padre Francisco

El Papa en el ángelus: Jesús nos recuerda que también las palabras pueden asesinar

Texto completo. Para tener comportamientos buenos no bastan las normas jurídicas, hay que tener motivaciones nacidas de la sabiduría de Dios, acogida gracias al Espíritu Santo

Por RedacciónCIUDAD DEL VATICANO, 16 de febrero de 2014 (Zenit.org) - Ante una plaza de San Pedro abarrotada de gente, en un luminoso domingo de invierno templado por el sol de Roma, el papa Francisco rezó el ángelus y dirigió a los presentes las siguientes palabras.“Queridos hermanos y hermanas,'¡Buon giorno!'El evangelio de este domingo es parte del llamado “discurso de la montaña”, la primera gran predicación de Jesús. Hoy el tema es la actitud de Jesús ante las leyes judías. Él afirma: “No crean que yo haya venido para abolir la ley o los profetas; no vine a abolirla pero a darle pleno cumplimiento”.Jesús por lo tanto no quiere borrar los mandamientos que el Señor ha dado por medio de Moisés, sino que quiere llevarlos a su plenitud. Y en seguida después añade que este “cumplimiento” de la Ley requiere una justicia superior, una observancia más auténtica. Dice, de hecho a sus discípulos: “Si vuestra justicia no superará la de los escribas y los fariseos, no entrareis en el reino de los cielos”.Pero, ¿qué significa este “pleno cumplimiento” de la Ley? ¿Y en qué consiste esta justicia superior? Jesús mismo nos responde con algunos ejemplos. Jesús era práctico y hablaba con ejemplos para hacerse entender.Compara la Ley antigua y lo que Él nos dice. Inicia desde el quinto mandamiento del decálogo: “Han entendido lo que le ha sido dicho a los antiguos: “No matarás”, … Pero yo les digo: cualquiera que se encoleriza con su hermano deberá ser sujetado a juicio”. ¡Con esto Jesús nos recuerda que también las palabras pueden asesinar! Cuando se dice de una persona que tiene la lengua de víbora significa que sus palabras asesinan. Por lo tanto, no solamente hay que evitar atentar contra la vida del prójimo, pero ni siquiera volcarle el veneno de la ira, ni golpearlo con la calumnia y ni siquiera hablar mal de él.Llegamos a los chismes, los chismeríos puede también asesinar la reputación de las personas. Al inicio puede parecer algo divertido, como un caramelo, pero al final nos llena el corazón de amargura y nos mata también a nosotros. Estoy convencido que si cada uno de nosotros hace el propósito de evitar los chismes, se volvería santo. Es un hermoso camino, ¿Queremos ser santos?, o ¿queremos aferrarnos a los chismes como costumbre? ¿sí o no? Entonces, nunca hay que hacer chismes.Jesús propone a quien lo sigue la perfección del amor: un amor cuya única medida es la de no tener medida: de ir más allá de cualquier cálculo. El amor al prójimo es una actitud de tal manera frontal que Jesús llega a afirmar que nuestra relación con Dios no puede ser sincera si no queremos entablar paz con nuestro prójimo.Y dice así: “Si por lo tanto su presentas tu oferta al altar y allí te recuerdas que tu hermano tiene algo en contra de ti, deja allí tu don delante del altar, y ve antes a reconciliarte con tu hermano”. Por ello estamos llamados a reconciliarnos con nuestros hermanos antes mismo de manifestar nuestra devoción al Señor con la oración.De todo esto se entiende que Jesús no da importancia simplemente a la observancia de la disciplina y de la conducta exterior. Él va a la raíz de la Ley, apuntando sobre todo en la intención y por lo tanto al corazón del hombre, desde donde nacen todas nuestras acciones, buenas o malvadas.Para obtener comportamientos buenos y honestos no son suficientes las normas jurídicas, sino que es necesario tener motivaciones profundas, expresión de una sabiduría escondida: la sabiduría de Dios, que puede ser acogida gracias al Espíritu Santo. Y nosotros a través de la fe en Cristo podemos abrirnos a la acción del Espíritu, que nos vuelve capaces de vivir el amor Divino.A la luz de esta enseñanza, cada precepto revela su pleno significado como exigencia de amor, y todos se unen en el mandamiento más grande: ama a Dios con todo tu corazón y ama al prójimo como a ti mismo”.Después de estas palabras el Santo Padre rezó el Angelus.A continuación dijo:Saludo con afecto a los peregrinos presentes, a las familias, a las parroquias y a los jóvenes de tantos países del mundo. En particular saludo a los numerosos fieles de la República Checa, que han acompañado a sus obispos en la visita 'ad limina'. Y a los españoles que llegan de la diócesis de Orihuela-Alicante, Jerez de la Frontera, Cádiz y Ceuta.Saludo a los grupos parroquiales de Calenzano, Aversa y Nápoles, a los de Santa María Regina Pacis en Ostia y de Sant’Andrea Avellino en Roma. También al Movimiento de jóvenes Guaneliano, a los muchachos del Movimiento Arcobaleno de la ciudad de Módena, y al coro Santo Stéfano de la localidad de Caorle. También saludo al grupo de militares italianos.Y a todos les deseo una: '¡buona domenica e buon pranzo!' 

PARA MEDITAR

La frase del día

La Ley ha sido dada para que se implore la gracia; la gracia ha sido dada para que se observe la ley.San Agustín (354-430) 

sábado, 15 de febrero de 2014

soliloquio de medio día

y Dios lo quiso.. de su Palabra hizo las cosas en cada día...el cielo la tierra...todo lo creo... por medio de la Palabra. Sin dudas la palabra expresa mucho de tanto que hay en cada uno, y nuestras palabras son creadoras, animadoras, dadoras de tanto que solo desde el alma por no muchas palabras se puede plantar... gestos que son palabras y dichos que siembran modos de ser y vivir.. todo cuando El Verbo hecho carne por Amor del Que Ama se hace palabra de vida en la ternura de Aquella que tiene por nombre María... las palabras de cada uno son tantas que en este día te invito a ser pintor o escultor atento de cada una de aquellas... las palabras que de tus labios dirijas...

lunes, 10 de febrero de 2014

El santo padre nos cuida

  El Papa nombró al P. José Demetrio Jiménez OSA, obispo prelado de Cafayate Buenos Aires, 10 Feb. 2014 (AICA): El nuncio apostólico, Mons. Emil Paul Tscherrig, informó que el Santo Padre Francisco nombró obispo prelado de Cafayate, en Salta, al padre José Demetrio Jiménez, español de 50 años, argentino naturalizado, religioso de la Orden de San Agustín, quien actualmente presta sus servicios pastorales en la parroquia Nuestra Señora de la Candelaria, en Santa María, Catamarca, y es director general y representante legal del colegio San Agustín, de la misma localidad. Previamente el papa Francisco aceptó la renuncia presentada oportunamente por el actual obispo prelado de Cafayate, Mons. Mariano Moreno García OSA, por haber alcanzado la edad de 75 años según la normativa canónica. Como es de práctica, el anuncio se efectuó de manera simultánea en Buenos Aires y en Roma. Aquí lo hizo el nuncio apostólico mediante la agencia AICA.

viernes, 7 de febrero de 2014

El Papa Francisco nos ilumina... Animemonos a leer y pensar

El Papa en Sta. Marta: la Iglesia nos quiere también cuando estamos sucios, ella nos limpia

Francisco invita a pedir a Dios tres gracias: morir en la Iglesia, morir en la esperanza y morir dejando la herencia de un testimonio cristiano

Por RedacciónCIUDAD DEL VATICANO, 06 de febrero de 2014 (Zenit.org) - Como cada mañana, el Santo Padre ha celebrado la eucaristía en la capilla de Santa Marta. Durante la homilía de este jueves, ha reflexionado sobre el misterio de la muerte y ha invitado a pedir a Dios tres gracias: morir en la Iglesia, morir en la esperanza y morir dejando la herencia de un testimonio cristiano. Al comentar la primera lectura del día, que cuenta la muerte de David que pasó la vida al servicio de su pueblo, ha subrayado tres cosas.En primer lugar, David muere "en el seno de su pueblo". Vive hasta el final "su pertenencia al Pueblo de Dios. Había pecado: el mismo se llama 'pecador', ¡pero nunca se fue fuera del Pueblo de Dios!": "¡Pecador sí, traidor no! Y esta es una gracia: permanecer hasta al final en el Pueblo de Dios. Tener la gracia de morir en el seno de la Iglesia, en el seno del Pueblo de Dios. Y este es el primer punto que yo quisiera subrayar. También para nosotros pedir la gracia de morir en casa. Morir en casa, en la Iglesia. ¡Y esta es una gracia! ¡Esto no se compra! Es un regalo de Dios y debemos pedirlo: ¡Señor, hazme el regalo de morir en casa, en la Iglesia! Pecador sí, ¡todos, todos lo somos! ¡Pero traidores no! ¡Corruptos no! ¡Siempre dentro! Y la Iglesia es tan madre que nos quiere también así, muchas veces sucios, pero la Iglesia nos limpia, ¡es madre!".En segundo lugar, el Papa ha indicado que David muere "tranquilo, en paz, sereno", en la certeza de ir "a la otra parte con sus padres". Por ello, Francisco ha afirmado que "esta es otra gracia: la gracia de morir en la esperanza, en la conciencia" de que "al otro lado nos esperan, al otro lado también continúa la casa, continúa la familia", no estaremos solos. Por ello, "esta es una gracia que queremos pedir para que en los últimos momentos de la vida sepamos que la vida es una lucha y el espíritu del mal quiere el botín", ha señalado. El Papa lo ha explicado del siguiente modo: "Santa Teresita del Niño Jesús decía que, en sus últimos tiempos, en su alma había una lucha y cuando ella pensaba en el futuro, en lo que le esperaba después de la muerte, en el cielo, sentía como una voz que decía: 'Pero no, no seas tonta te espera la oscuridad. ¡Te espera solamente la oscuridad de la nada!' Así lo cuenta. Es la voz del diablo, del demonio, que no quería que ella se fiara de Dios. ¡Morir en esperanza y morir fiándose de Dios! Y pedir esta gracia. Pero fiarse de Dios comienza ahora, en las pequeñas cosas de la vida, también en los grandes problemas: fiarse siempre del Señor y así uno toma esta costumbre de fiarse del Señor y crece la esperarza. Morir en casa, morir en esperanza".El tercer aspecto del que ha hablado el Pontífice  ha sido la herencia que deja David. El Papa ha recordado que hay "tantos escándalos sobre la herencia", "escándalos en las familias, que dividen". David, sin embargo, "deja la herencia de 40 años de gobierno" y "el pueblo consolidado, fuerte". Asimismo ha explicado que "un dicho popular dice que cada hombre debe dejar en la vida un hijo, debe plantar un árbol y debe escribir un libro: ¡esta es la mejor herencia!" Y por tanto, Francisco ha invitado a preguntarse: "¿Qué herencia dejo yo a los que vienen detrás de mí? ¿Una herencia de vida? ¿He hecho tanto bien que la gente me quiere como padre o como madre?" David - ha continuado - deja esta herencia a su hijo, diciéndole: "Tu sé fuerte y muéstrate hombre. Observa la ley del Señor, tu Dios, procediendo en sus vidas y siguiendo sus leyes".Y así ha concluido el Santo Padre: "Esta es la herencia: nuestro testimonio de cristianos dejado a los otros. Y algunos de nosotros dejan una gran herencia: pensemos en los santos que han vivido el Evangelio con tanta fuerza, que nos dejan una camino de vida y un modo de vivir como herencia. Estas son las tres cosas que me vienen al corazón en la lectura de este fragmento sobre la muerte de David: pedir la gracia de morir en casa, morir en la Iglesia: pedir la gracia de morir en esperanza, con esperanza; y pedir la gracia de dejar una bella herencia, una herencia humana, una herencia hecha con el testimonio de nuestra vida cristiana. ¡Que san David nos conceda a todos nosotros estas tres gracias!"

martes, 4 de febrero de 2014

..una noche de verano...

En cada vida hay razones, cientos de ellas para que la vida misma sea vivida con sentido.


La plenitud se construye, creo que el construirla hace que cada día sea pleno, cada instante. 
Llegar a la meta es un instante, luego sigue, se continua...me pregunto ¿que define mi existencia?, ¿que es aquello que me hace sentirme yo mismo. 


Y te pregunto a vos... 
¿te animas?.. 
¿qué es lo que te define? ¿dinero, fama, salud, amigos, familia? 
¿vos quién sos? 
¿qué te define para ser para vos y para los demás?..

lunes, 3 de febrero de 2014

San Blas



Obispo y Mártir. 3 de febrero




Blas, Santo
Blas, Santo

Obispo de Sebaste de Armenia

Martirologio Romano: San Blas, obispo y mártir, que, por ser cristiano, padeció en tiempo del emperador Licinio en la ciudad de Sebaste, en Armenia (c. 320).

Etimología: Blas = Aquel que es tartamudo, de origen latino





"Blas, obispo de Sebaste de Armenia, es un personaje bastante incierto desde el punto de vista histórico, pero todavía goza de mucha popularidad por un milagro que se le atribuye y que ha perpetuado la conocida bendición contra el mal de la garganta. En efecto, se conoce en su Pasión que mientras llevaban al santo al martirio, una mujer se abrió paso entre la muchedumbre y colocó a los pies del santo obispo a su hijo que estaba muriendo sofocado por una espina de pescado que se le había atravesado en la garganta. San Blas puso sus manos sobre la cabeza del niño y permaneció en oración. Un instante después el niño estaba completamente sano. Este episodio lo hizo famoso como taumaturgo en el transcurso de los siglos, y sobre todo para la curación de las enfermedades de la garganta.


Gracias a esta tradición, el nuevo calendario litúrgico ha colocado en este día la memoria del santo, aunque se trata de un personaje históricamente incierto. San Blas fue obispo de Sebaste a comienzos del siglo IV, y sufrió la persecución de Licinio, el colega del emperador Constantino. Puede, pues, considerarse como uno de los últimos mártires cristianos de esa época.

Era el año 316. Parece que San Blas, siguiendo la advertencia del Evangelio, huyó de la persecución y se refugió en una gruta.

La leyenda, como de costumbre, abunda en particulares amenos y nos presenta al anciano obispo rodeado de animales salvajes que lo visitan y le llevan alimento; pero como los cazadores van detrás de estos animales, el santo fue descubierto y llevado amarrado como un malhechor a la cárcel de la ciudad. A pesar de los prodigios que el santo hacía en la cárcel, lo llevaron a juicio y como no quiso renegar de Cristo y sacrificar a los ídolos, fue condenado al martirio: primero lo torturaron y después le cortaron la cabeza con una espada.

domingo, 2 de febrero de 2014

Presentación de Jesús al templo (Fiesta de la Candelaria)

2 de febrero. José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén, también se conoce como "Día de la Candelaria". Este día también se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada
 
Presentación de Jesús al templo (Fiesta de la Candelaria)
Presentación de Jesús al templo (Fiesta de la Candelaria)
Origen de la fiesta:

Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo.

En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.

Ya que se cumpliera la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.
José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar.

Explicación de la fiesta:

El día 2 de febrero de cada año, se recuerda esta presentación del Niño Jesús al templo, llevando a alguna imagen del Niño Dios a presentar a la iglesia o parroquia. También ese día, se recuerdan las palabras de Simeón, llevando candelas (velas hechas de parafina pura) a bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.

En México, se acostumbra que aquellos a quienes les tocó el muñeco de la rosca de reyes, son los que deberán presentarlo en el templo el día de la Candelas. Para esto, hay que vestirlo y engalanarlo. También, comprarle un trono para sentarlo. En esta celebración se bendicen la imagen del Niño Dios y las candelas, que representan la luz de Cristo en los hogares. Las velas benditas se pueden prender cuando surjan las dificultades de la vida durante el año.

Esta fiesta termina con una merienda familiar y de amigos, en la cual se sirven tamales y atole de sabores y chocolate caliente.

Es una fiesta que podemos aprovechar para reflexionar acerca de la obediencia de María y para agradecer a Jesús que haya venido a iluminar nuestros corazones en el camino a nuestra salvación eterna.

La Virgen de la Candelaria: 
Es una de las muchas advocaciones (nombres) de la Virgen María. Tuvo su origen en Tenerife, una de las islas Canarias.
Según la tradición, la Virgen se le apareció en 1392 a dos indios guanches que pastoreaban su rebaño, quienes, al llegar a la boca de un barranco, notaron que el ganado no avanzaba, como si algo impidiera seguir adelante. Para ver qué era lo que pasaba, uno de los pastores avanzó y vio en lo alto de una peña una imagen de madera como de un metro de alto de una mujer. Traía una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el brazo derecho. El niño llevaba en sus manos un pajarito de oro.

Los indios, como tenían prohibido hablar con mujeres que estuvieran solas, le hicieron señas para que se apartara del camino. Como no les hacía caso, uno de los indios tomó una piedra para lanzársela, pero el brazo se le paralizó. Su compañero tomó la imagen e intentó romperla, pero en el intento, se cortó sus propios dedos.

Los indios corrieron a avisar al rey, quien de inmediato fue con todos sus guardias al lugar del acontecimiento. Tomaron la figura y la llevaron a la casa del rey. Los encargados de llevársela fueron los pastores que la encontraron, quienes al instante de tomarla en sus manos, quedan curados del brazo uno y de los dedos, el otro. Ante este milagro, el rey ordenó que todo el pueblo honrara a aquella figura de mujer, a quien le llamaron “La Extranjera”.

Cuando la gente se acercaba a Ella, se oían armonías celestiales, se percibían aromas exquisitos y la imagen despedía una luz resplandeciente. Infundía en las personas temor y respeto, pero ellos no sabían a quién representaba.

Años después, los españoles conquistaron la isla de Lanzarote y soñaban con conquistar la isla de Tenerife.
En uno de sus intentos de conquista, apresaron a un niño guanche y lo llevaron a Lanzarote. Ahí lo bautizaron con el nombre de Antón, lo catequizaron y un tiempo después, lo llevaron de regreso a su isla natal de Tenerife.

Antón fue a la casa del rey a contarle todo lo que le había sucedido y el rey le dio permiso de ver a La Extranjera.
Cuando Antón la vio, se puso de rodillas y les dijo a todos que hicieran lo mismo. Les explicó que aquella Señora, era la representación de la Virgen María cuando llevaba a Jesús a presentar al templo. Le explicó que la Virgen María era la Madre del Dios y de todos los hombres y que era una gran suerte tener ese gran tesoro.

Antón le pidió al Rey permiso para buscar un lugar en el que todos la pudieran venerar. El Rey accedió y llevaron la imagen a la cueva de Achbinico, un templo subterráneo, que parecía una Iglesia natural. Antón cuidó por un tiempo de la Basílica. Alrededor de 1530, encargaron el Santuario a los padres dominicos que se les conocía como “Los frailes de la Virgen”.

En noviembre de 1826, una tormenta terrible azotó a la isla de Tenerife, llegando al Santuario de la Virgen y las aguas se llevaron la Imagen. Se hizo todo por tratar de recuperarla, pero no fue posible encontrarla. Los padres dominicos acordaron mandar a hacer una imagen nueva. Así lo hicieron y en la festividad del día 2 de Febrero de 1830, bendijeron la nueva imagen de Nuestra Señora de la Candelaria.

Desde el año 1599 se nombró a la Virgen de la Candelaria patrona de todo el archipiélago canario. Su devoción se ha extendido por la península y por toda Hispanoamérica, principalmente por Venezuela.

Sus milagros y favores son constantes. Cada año acuden a visitarla miles de personas de todas clases sociales para darle gracias y pedirle beneficios.

Le cantan:
Muchas flores la fortuna
Regaló a las Canarias;
Pero como Tú ninguna.
Virgen de la Candelaria.

Virgen de Candelaria,
la más bonita, la más morena,
la que extiende su manto
desde la cumbre hasta la arena

En México, en Tlacotalpan, en el Estado de Veracruz, tienen como patrona a la Virgen de la Candelaria. Su traje es muy significativo: bajo el manto de azul profundo, lleva un vestido blanco resplandeciente, bordado con motivos vegetales y volutas (flores y espigas de trigo grandes). La Virgen se encuentra en la Iglesia y el día 2 de Febrero se acostumbra sacarla de la Iglesia, cantarle las Mañanitas por la mañana y por la tarde, llevarla en procesión por el río Papaloapan.
Tlacotalpan es un lugar que se encuentra al margen izquierdo del río Papaloapan, que quiere decir "río de mariposas".

Consulta también Presentación de Jesús de Jesús Martí Ballester

Jornada Mundial de la Vida Consagrada, 2 de febrero

La Jornada de la Vida consagrada se celebrará en la fiesta en que se hace memoria de la presentación que María y José hicieron de Jesús en el templo "para ofrecerlo al Señor" (Lc 2, 22).

La celebración de la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, que tiene lugar por primera vez el 2 de febrero de 1997 tiene como objetivo ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo de cerca mediante la práctica de los consejos evangélicos y, al mismo tiempo, quiere ser para las personas consagradas una ocasión propicia para renovar los propósitos y reavivar los sentimientos que deben inspirar su entrega al Señor

La misión de la vida consagrada en el presente y en el futuro de la Iglesia, en el tercer milenio, no se refiere sólo a quienes han recibido este especial carisma, sino a toda la comunidad cristiana. En la exhortación apostólica post-sinodal Vita consecrata, publicada en 1996 por Juan Pablo II, escribía: "En realidad, la vida consagrada está en el corazón mismo de la Iglesia como elemento decisivo para su misión, ya que «indica la naturaleza íntima de la vocación cristiana» y la aspiración de toda la Iglesia Esposa hacia la unión con el único Esposo" (n. 3). A las personas consagradas, pues, quisiera repetir la invitación a mirar el futuro con esperanza, contando con la fidelidad de Dios y el poder de su gracia, capaz de obrar siempre nuevas maravillas: "¡Vosotros no solamente tenéis una historia gloriosa para recordar y contar, sino una gran historia que construir! Poned los ojos en el futuro, hacia el que el Espíritu os impulsa para seguir haciendo con vosotros grandes cosas" (ib., 110).

Los motivos de la Jornada de la Vida Consagrada

La finalidad de dicha jornada es por tanto triple: en primer lugar, responde a la íntima necesidad de alabar más solemnemente al Señor y darle gracias por el gran don de la vida consagrada que enriquece y alegra a la comunidad cristiana con la multiplicidad de sus carismas y con los edificantes frutos de tantas vidas consagradas totalmente a la causa del Reino. Nunca debemos olvidar que la vida consagrada, antes de ser empeño del hombre, es don que viene de lo Alto, iniciativa del Padre, "que atrae a sí una criatura suya con un amor especial para una misión especial" (ib., 17). Esta mirada de predilección llega profundamente al corazón de la persona llamada, que se siente impulsada por el Espíritu Santo a seguir tras las huellas de Cristo, en una forma de particular seguimiento, mediante la asunción de los consejos evangélicos de castidad, pobreza y obediencia. Estupendo don.

"¿Qué sería del mundo si no existieran los religiosos?", se preguntaba justamente santa Teresa (Libro de la vida, c. 32,11). He aquí una pregunta que nos lleva a dar incesantes gracias al Señor, que con este singular don del Espíritu continúa animando y sosteniendo a la Iglesia en su comprometido camino en el mundo.

En segundo lugar, esta Jornada tiene como finalidad promover en todo el pueblo de Dios el conocimiento y la estima de la vida consagrada.

Como ha subrayado el Concilio (cfr. Lumen gentium, 44) y yo mismo he tenido ocasión de repetir en la citada exhortación apostólica, la vida consagrada "imita más de cerca y hace presente continuamente en la Iglesia la forma de vida que

Jesús, supremo consagrado y misionero del Padre para su Reino, abrazó y propuso a los discípulos que le seguían" (n. 22). Esta es, por tanto, especial y viva memoria de su ser

de Hijo que hace del Padre su único Amor -he aquí su virginidad-, que encuentra en Él su exclusiva riqueza -he aquí su pobreza- y tiene en la voluntad del Padre el "alimento" del cual se nutre (cfr Jn 4,34) -he aquí su obediencia.

Esta forma de vida abrazada por Cristo y actuada particularmente por las personas consagradas, es de gran importancia para la Iglesia, llamada en cada uno de sus miembros a vivir la misma tensión hacia el Todo de Dios, siguiendo a Cristo con la luz y con la fuerza del Espíritu Santo.

La vida de especial consagración, en sus múltiples expresiones, está así al servicio de la consagración bautismal de todos los fieles. Al contemplar el don de la vida consagrada, la Iglesia contempla su íntima vocación de pertenecer sólo a su Señor, deseosa de ser a sus ojos "sin mancha ni arruga ni cosa parecida, sino santa e inmaculada" (Ef 5,27).

Se comprende así, pues, la oportunidad de una adecuada Jornada que ayude a que la doctrina sobre la vida consagrada sea más amplia y profundamente meditada y asimilada por todos los miembros del pueblo de Dios.

El tercer motivo se refiere directamente a las personas consagradas, invitadas a celebrar juntas y solemnemente las maravillas que el Señor ha realizado en ellas, para descubrir con más límpida mirada de fe los rayos de la divina belleza derramados por el Espíritu en su género de vida y para hacer más viva la conciencia de su insustituible misión en la Iglesia y en el mundo.

En un mundo con frecuencia agitado y distraído, la celebración de esta Jornada anual ayudará también a las personas consagradas, comprometidas a veces en trabajos sofocantes, a volver a las fuentes de su vocación, a hacer un balance de su vida y a renovar el compromiso de su consagración. Podrán así testimoniar con alegría a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo, en las diversas situaciones, que el Señor es el Amor capaz de colmar el corazón de la persona humana.

Existe realmente una gran necesidad de que la vida consagrada se muestre cada vez más "llena de alegría y de Espíritu Santo", se lance con brío por los caminos de la misión, se acredite por la fuerza del testimonio vivido, ya que "el hombre contemporáneo escucha más a gusto a los testigos que a los maestros, o si escucha a los maestros lo hace porque son testigos" (Evangelii nuntiandi, n. 41).