
Llegaron los 6 meses y todos los jóvenes
comenzaron a desfilar hacia el castillo con hermosísimas y exóticas plantas.
Nuestro héroe estaba muy triste pues su semilla nunca llegó a dar señales de
vida, por lo que ni siquiera quería presentarse en el palacio. Sin embargo sus
amigos y familiares lo animaron e insistieron tanto, que tomando valor, decidió
culminar la competencia mostrando con sinceridad el fruto de su semilla.
Todos hablaban de sus plantas, y al ver a
nuestro amigo con el tiesto vacío empezaron a burlarse. En ese momento el
alboroto fue interrumpido por la entrada del rey. Todos hicieron sus
respectivas reverencias mientras el soberano se paseaba entre ellos admirando
los resultados.
Finalizada la inspección, se acercó a su
hija y llamó, de entre todos, al joven cuyo tiesto estaba vacío. Atónitos y
confundidos, todos esperaban la explicación de aquella acción, para ellos,
incomprensible. El rey dijo entonces: “Este es el nuevo heredero al trono que
se casará con mi hija, pues a todos ustedes se les dió una semilla estéril y
todos trataron de engañarme plantando otras semillas, pero este joven trajo la
más hermosa de todas las plantas… la virtud de la honestidad. Tuvo el valor de
presentarse y mostrar su tiesto vacío, siendo sincero, genuino, real y
valiente, cualidades que deben distinguir al esposo y futuro rey que mi hija se
merece.”
Cuando nos acerquemos al Señor mostrémonos
tal y como somos. A Él no lo podemos engañar, Él ya nos conoce. ¿Para qué
simular?
“Porque no hay nada oculto que no haya de
ser manifestado, ni secreto que no haya de descubrirse.” Marcos 4:22
Poder amar cada vez más en lugar de estar tan atados a nuestras miserias.
ResponderEliminarMuy Lindo!
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