rezando en la montaña

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sábado, 31 de agosto de 2013

Las dos ranas

Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.

Cuando vieron cuan hondo éste era, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.

Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas.

Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.

Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió, se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.

Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenía caso seguir luchando.
Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logro salir del hoyo.

Cuando salió, las otras ranas le dijeron: "nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos". La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.


viernes, 30 de agosto de 2013

Luz para el camino

Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida.
La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.

En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce.



Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice:
- ¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves...

Entonces, el ciego le responde:
- Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi...

- No solo es importante la luz que me sirve a mí, sino también la que yo uso para que otros puedan también servirse de ella.

Cada uno de nosotros puede alumbrar el camino para uno y para que sea visto por otros, aunque uno aparentemente no lo necesite.

Alumbrar el camino de los otros no es tarea fácil...Muchas veces en vez de alumbrar oscurecemos mucho más el camino de los demás...¿Cómo? A través del desaliento, la crítica, el egoísmo, el desamor, el odio, el resentimiento...

¡Qué hermoso sería sí todos ilumináramos los caminos de los demás!


que te sugiere esta imagen?



jueves, 29 de agosto de 2013

En la boca del necio está la vara de la soberbia

"En la boca del necio está la vara de la soberbia;
Mas los labios de los sabios los guardarán". (Pro 14:3)

En la boca del necio está la vara de la soberbia ¿Que significa?

Primero, debemos saber que en la Biblia, la palabra necio no se usa con un sentido de medir el Cociente Intelectual conocido como CI (el cual mide las habilidades cognitivas de una persona, normalmente mal llamada "inteligencia").

En la Biblia, la palabra necio denota la persona que (sin importar su CI) desprecia a Dios; como dice el proverbio "El temor del SEÑOR es el principio de la sabiduría; los necios desprecian la sabiduría y la instrucción".

Es muy necio ser necio, ya que no tener en cuanta a Dios; es no tener en cuenta su propia vida; es no tener en cuenta la variable más importante del universo, es camino de muerte por falta de entendimiento. En la boca del necio está la vara de la soberbia. Si ustedes leen lo que Jesús enseño, seguro que lo entenderán:

"Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido". (Mat 7:2)

El necio en su soberbia al juzgar a los demás, establece su propia vara; la vara con que midas serás medido, es decir, solo se atrapa el necio en su palabras. Hace más alta la vara de su juicio...

ES MUY BUENO CONSIDERARLO, PARA NO JUZGAR A LOS DEMÁS. ES MEJOR CALLAR...

Como sigue el proverbio: "Mas los labios de los sabios los guardarán", los sabios son guardados por sus labios; no emitirán juicios prematuros contra nadie; y eso los proteje.

Es bonito ver la armonía que existe entre antiguo y nuevo testamento; es toda la Escritura una unidad en perfección que debemos descubrir con la luz del Espíritu Santo.

Saludos a todos, y que tengan en El Señor una fructífera semana en El.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Un vaso de leche

Un día, un muchacho pobre que vendía mercancías de puerta en puerta para pagar su escuela, encontró que sólo le quedaba una simple moneda de diez centavos, y tenía hambre. Decidió que pediría comida en la próxima casa.

Sin embargo, sus nervios lo traicionaron cuando una encantadora mujer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso de agua. Ella pensó que él joven parecía hambriento así que le trajo un gran vaso de leche. Él lo bebió despacio, y entonces le preguntó, "¿Cuánto le debo? "No me debes nada," contestó ella. "Mi madre siempre nos ha enseñado a nunca aceptar pago por una caridad".
Él dijo ..... "Entonces, te lo agradezco de todo corazón."

Cuando Howard Kelly se fue de la casa, no sólo se sintió físicamente más fuerte, sino que también
su fe en Dios y en los hombres era más fuerte. Él había estado listo a rendirse y dejar todo.
 
Años después esa joven mujer enfermó gravemente.
Los doctores locales estaban confundidos. Finalmente la enviaron a la gran ciudad, donde llamaron a especialistas para estudiar su rara enfermedad. Se llamó al Dr. Howard Kelly para consultarle. Cuando oyó el nombre del pueblo de donde ella vino, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente subió del vestíbulo del hospital a su cuarto. Vestido con su bata de doctor entró a verla. La reconoció en seguida. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor para salvar su vida.

Desde ese día prestó atención especial al caso. Después de una larga lucha, ganó la batalla.
El Dr. Kelly pidió a la oficina de administración del hospital que le enviaran la factura total de los gastos para aprobarla. Él la reviso y entonces escribió algo en el borde y le envió la factura al cuarto de la paciente. Ella temía abrirla, porque sabía que le tomaría el resto de su vida para pagar todos los gastos. Finalmente la abrió, y algo llamo su atención en el borde de la factura.

Leyó estas palabras.....
"Pagado por completo hace muchos años con un vaso de leche - (firmado) Dr. Howard Kelly".

Lágrimas de alegría inundaron sus ojos y su feliz corazón oró así:
"Gracias, Dios porque Tu amor se ha manifestado en las manos y los corazones humanos."


martes, 27 de agosto de 2013

Dr. Alexander Fleming

Su nombre era Fleming, y era un granjero escocés pobre. Un día, mientras intentaba ganarse la vida para su familia, oyó un lamento pidiendo ayuda que provenía de un pantano cercano. Dejó caer sus herramientas y corrió al pantano.

Allí, entró hasta la cintura en el estiércol húmedo negro. Se trataba de un muchacho aterrado, gritando y esforzándose por liberarse. El granjero Fleming salvó al muchacho de lo que podría ser una lenta y espantosa muerte.

Al día siguiente, llegó un carruaje elegante a la granja. Un noble elegantemente vestido salió y se presentó como el padre del muchacho que el granjero Fleming habia ayudado.

"Yo quiero recompensarlo", dijo el noble. "Usted salvó la vida de mi hijo."

"No, yo no puedo aceptar un pago por lo que hice," el granjero escocés contestó. En ese momento, el hijo del granjero vino a la puerta de la cabaña de la familia.

"Es su hijo?" el noble preguntó.

"Sí," el granjero contestó orgullosamente. "Le propongo un trato. Permítame proporcionarle a su hijo el mismo nivel de educación que mi hijo disfrutará. Si el muchacho se parece a su padre, no dudo que crecerá hasta convertirse en el hombre del que nosotros dos estaremos orgullosos".
Y el granjero aceptó.
 
El hijo del granjero Fleming asistió a las mejores escuelas y al tiempo, se graduó en la Escuela Medica del St. Mary's Hospital en Londres, y siguió hasta darse a conocer en el mundo como el renombrado Dr. Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina.

Años después, el hijo del mismo noble que fue salvado del pantano estaba enfermo de pulmonía. ¿Qué salvó su vida esta vez? La penicilina.


¿El nombre del noble? Sir Randolph Churchill.



lunes, 26 de agosto de 2013

Papa Francisco y el Encuentro con los Jovenes Argentino en Rio de Janeiro

RÍO DE JANEIRO, 25 Jul. 13 / 12:12 pm (ACI).-

Esta es la transcripción del discurso que improvisó el Papa Francisco este mediodía en la Catedral de San Sebastián, con decenas de miles de argentinos que llegaron a Río de Janeiro:


"Gracias,  gracias, por estar hoy aquí,  por haber venido. Gracias a los que están adentro  y muchas gracias a los que están afuera, a los 30 mil me dicen que hay afuera. Desde acá los saludo,  están bajo la lluvia.

Gracias por el gesto de acercarse, gracias por haber venido a la Jornada de la Juventud, yo  le sugerí al doctor Gasbarri que es el que maneja, que organiza el viaje, si hubiera un lugarcito para encontrarme con ustedes. Y en medio día tenía arreglado todo, así que también quiero agradecer públicamente también al doctor Gasbparri, esto que ha logrado hoy.
Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia  de la  Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá dentro va a haber lío va a haber, que acá en Río va a haber lío va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, sino salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!
Que me perdonen los obispos y los curas, si alguno después le arma lío a ustedes, pero es el consejo. Gracias por lo que puedan hacer.
Miren, yo pienso que en este momento esta civilización mundial se pasó de ‘rosca’, se pasó de ‘rosca’, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos.
Exclusión de los ancianos, por supuesto, porque uno podría pensar que podría haber una especie de eutanasia escondida es decir, no se cuida a los ancianos pero también está una eutanasia cultural. No se los deja hablar, no se los deja actuar. Exclusión de los jóvenes, el porcentaje que hay de jóvenes sin trabajo y sin empleo es muy alto y es una generación que no tiene la experiencia de la dignidad ganada por el trabajo, o sea esta civilización nos ha llevado a excluir dos puntas que son el futuro nuestro.
Entonces los jóvenes tiene que salir, tienen que hacerse valer, los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, a luchar por esos valores, y los viejos abran  la boca, los ancianos abran la boca y enséñennos, transmítannos la sabiduría de los pueblos.
En el pueblo argentino, yo se los pido de corazón a los ancianos, no claudiquen de ser la reserva cultural de nuestro  pueblo que transmite la justicia, que transmite la historia, que trasmite  los valores , que transmite la memoria de pueblo. Y ustedes, por favor,  no se metan contra los viejos, déjenlos hablar, escúchenlos y lleven adelante. Pero sepan, sepan que en este momento ustedes los jóvenes y los ancianos están condenados al mismo destino: exclusión. No se dejen excluir, ¿está claro? Por eso creo que tienen que trabajar.
Y la fe en Jesucristo no es broma, es algo muy serio. Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros, es un escándalo, y que haya muerto en la cruz, es un escándalo, el escándalo de la cruz. La cruz sigue siendo escándalo pero es el único camino seguro, el de la cruz, el de Jesús, la encarnación de Jesús.
Por favor, ¡no licúen la fe en Jesucristo!, hay licuado de naranja, hay licuado de manzana, hay licuado de banana pero, por favor, ¡no tomen licuado de fe!
¡La fe es entera, no se licúa, es la fe en Jesús!, es la fe en el hijo de Dios hecho hombre que me amó  y murió por mí.
Entonces hagan  lío, cuiden los extremos del pueblo que son los ancianos y los jóvenes, no se dejen excluir y que no excluyan a los ancianos, segundo, y no licúen la fe en Jesucristo.
Las bienaventuranzas. ¿Qué tenemos que hacer padre?, Mira lee las bienaventuranzas que te van a venir bien y si querés saber qué cosa práctica tienes que hacer, lee Mateo 25 que es el protocolo con el cual nos van juzgar. Con esas dos cosas tienen el programa de acción: las bienaventuranzas y Mateo 25 no necesitan leer otra cosa, se los pido de corazón.
Bueno, les agradezco ya esta cercanía. Me da pena que estén enjaulados. Pero les digo una cosa, yo por momentos siento qué feo que es estar enjaulado, se los confieso de corazón.
Los comprendo y me hubiera gustado estar más cerca de ustedes pero comprendo que por razón de orden no se puede.  Gracias por acercarse, gracias por rezar por mí. Se los pido de corazón, necesito, necesito de la oración de ustedes, necesito mucho. Gracias por eso.
Les voy a dar la bendición y después vamos a bendecir la imagen de la Virgen que va a recorrer toda la república y la cruz de San Francisco que van a recorrer ‘misionaramente.
Pero no se olviden: hagan lío, cuiden los dos extremos de la vida, los dos extremos de la historia de los pueblos que son los ancianos y los jóvenes, y no licúen la fe".


jueves, 15 de agosto de 2013

Cuidado con estrellarte

Se cuenta de un avión que sufre un percance en pleno vuelo, ha perdido los motores y va cayendo en picada.  La tripulación entra en pánico, el miedo y el temor invade por completo el avión. Entonces Se levanta del asiento un sacerdote y dice: Ya no queda nada por hacer, Solo orar para que vayamos al cielo.  Otro pasajero le contesta: apúrese porque vamos en la dirección contraria…

La vida es como viajar en un avión, normalmente este llegara a destino pero otras tantas sufrirá   percances, y en lugar de mantenerse cerca del cielo, ira en dirección contraria rumbo a estrellarse.  En este viaje a la tierra prometida cuantos en este momento están perdiendo altitud,  cuantos miles están en dirección contraria.  Las malas acciones,  tienen la finalidad de que perdamos altitud, los pecados que cometemos tienen el objetivo de hacer que millones vayan en dirección contraria del cielo.  Los resultados son trágicos los pecados hacen que miles de miles se estrellen diariamente en las profundidades del abismo eterno. 
En este viaje  Dios permitirá muchas veces que el avión de nuestra vida sufra percances, problemas, enfermedades, para que reaccionemos, las tribulaciones tienen  muchas veces el  objetivo que nosotros podamos despertar y nos demos cuenta que  las malas decisiones tomadas están haciendo que nuestra vida en vez de ascender a los cielos, se dirija en la dirección contraria.
Este tiempo especial que vivimos es el mejor momento para reaccionar,  es el tiempo  oportuno para que todos los que por alguna u otra razón hayan sufrido “desperfectos espirituales” y están perdiendo altura, puedan cambiar de rumbo antes de estrellarse.

Si eres de los que estás perdiendo altura espiritual, si estas en la dirección contraria y vas rumbo a estrellarte es hora de pedir auxilio, es hora de hablar al capitán del avión. Hay una buena noticia, Hay alguien que quiere socorrerte: ‘’Nadie hay como Dios, el que atraviesa los cielos para socorrerte, cabalgando majestuoso sobre las nubes. El Dios eterno es tu refugio, te protegen sus brazos para siempre” Deuteronomio 33,26-27

Que emoción, cuando parece que nos vamos a estrellar, si pedimos ayuda Divina, si imploramos el auxilio de nuestro Creador,  el atravesara los cielos para impedir que nos perdamos el cielo.  Busquemos a partir de hoy la protección y ayuda de Dios, con él  como piloto de nuestro avión espiritual, NUNCA vamos a alejarnos del cielo,  Con Cristo en nuestro vuelo nunca nos vamos a estrellar.
Si el avión de tu vida pasa por desperfectos y amenaza con estrellarse, te sugiero que ores sin cesar,  si algún familiar, algún amigo, va  en sentido contrario oremos para que el Señor en su infinita misericordia lo auxilie y ayude:

Oración: Padre, en este momento creo que me he alejado demasiado del cielo, me aleje de tu gracia, mis pecados están haciendo que yo vaya en dirección contraria al cielo. En este momento Señor pido ayuda, ven a auxiliarme, tu palabra dice que atravesaras las nubes y vendrás en mi ayuda, Ven señor no tardes voy en dirección contraria, estoy perdiendo altura, ayúdame por favor,  no quiero estrellarme en las profundidad de las tinieblas del maligno.  Te pido también mi amado piloto que ayudes y dirijas a todos mis familiares y amigos que también se han alejado del cielo. No permitas que mi esposa/o mis hijos, todos mis seres queridos se estrellen, Acude en su auxilio. Gracias Señor por la tribulación y los problemas que han logrado que yo despierte y me ponga en oración para cambiar  el rumbo de mi vida.  Gracias Señor por que ahora comienzo nuevamente a volar por las alturas, que emoción, Señor comienzo nuevamente a ver el cielo,  y más que verlo me emociona el saber que mi vuelo tiene ese destino: EL CIELO INFINITO y ETERNO. 
 Amén.


miércoles, 14 de agosto de 2013

Misa en la catedral de Río del Papa Francisco con obispos, sacerdotes y seminaristas

No es la creatividad pastoral, ni los encuentros, ni planificaciones los que aseguran los frutos

El Papa Francisco ha celebrado en la Catedral de San Sebastián de Río de Janeiro una Eucaristía con los obispos, sacerdotes y seminaristas. En la homilía, el Santo Padre se ha centrado en tres aspectos de la vocación de los sacerdotes: «Llamados por Dios», «Llamados a anunciar el Evangelio» y «Llamados a promover una cultura del encuentro».

(InfoCatólica) Santa Misa con los obispos de la XXVIII JMJ y con los sacerdotes, religiosos y seminaristas en la catedral de San Sebastián (Río de Janeiro, 27 de julio de 2013)
Queridos hermanos en Cristo,
Al ver esta catedral llena de obispos, sacerdotes, seminaristas, religiosos y religiosas de todo el mundo, pienso en las palabras del Salmo de la misa de hoy: «Oh Dios, que te alaben los pueblos» (Sal 66). Sí, estamos aquí para alabar al Señor, y lo hacemos reafirmando nuestra voluntad de ser instrumentos suyos, para que alaben a Dios no sólo algunos pueblos, sino todos.
Con la misma parresia de Pablo y Bernabé, anunciamos el Evangelio a nuestros jóvenes para que encuentren a Cristo, luz para el camino, y se conviertan en constructores de un mundo más fraterno. En este sentido, quisiera reflexionar con vosotros sobre tres aspectos de nuestra vocación: llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio, llamados a promover la cultura del encuentro.
1. Llamados por Dios. Es importante reavivar en nosotros este hecho, que a menudo damos por descontado entre tantos compromisos cotidianos: «No son ustedes los que me eligieron a mí, sino yo el que los elegí a ustedes», dice Jesús (Jn 15,16). Es un caminar de nuevo hasta la fuente de nuestra llamada. Al comienzo de nuestro camino vocacional hay una elección divina. Hemos sido llamados por Dios y llamados para permanecer con Jesús (cf. Mc 3,14), unidos a él de una manera tan profunda como para poder decir con san Pablo: «Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí» (Ga 2,20). En realidad, este vivir en Cristo marca todo lo que somos y lo que hacemos. Y esta «vida en Cristo» es precisamente lo que garantiza nuestra eficacia apostólica y la fecundidad de nuestro servicio: «Soy yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero» (Jn 15,16). No es la creatividad pastoral, no son los encuentros o las planificaciones los que aseguran los frutos, sino el ser fieles a Jesús, que nos dice con insistencia: «Permanezcan en mí, como yo permanezco en ustedes» (Jn 15,4). Y sabemos muy bien lo que eso significa: contemplarlo, adorarlo y abrazarlo, especialmente a través de nuestra fidelidad a la vida de oración, en nuestro encuentro cotidiano con él en la Eucaristía y en las personas más necesitadas. El «permanecer» con Cristo no es aislarse, sino un permanecer para ir al encuentro de los otros. Recuerdo algunas palabras de la beata Madre Teresa de Calcuta:
«Debemos estar muy orgullosos de nuestra vocación, que nos da la oportunidad de servir a Cristo en los pobres. Es en las «favelas», en los «cantegriles», en las «villas miseria» donde hay que ir a buscar y servir a Cristo. Debemos ir a ellos como el sacerdote se acerca al altar: con alegría»
(Mother Instructions, I, p. 80). Jesús, el Buen Pastor, es nuestro verdadero tesoro, tratemos de fijar cada vez más nuestro corazón en él (cf. Lc 12,34).
2. Llamados a anunciar el Evangelio. Queridos Obispos y sacerdotes, muchos de ustedes, si no todos, han venido para acompañar a los jóvenes a la Jornada Mundial de la Juventud. También ellos han escuchado las palabras del mandato de Jesús: «Vayan, y hagan discípulos a todas las naciones» (cf. Mt 28,19). Nuestro compromiso es ayudarles a que arda en su corazón el deseo de ser discípulos misioneros de Jesús. Ciertamente, muchos podrían sentirse un poco asustados ante esta invitación, pensando que ser misioneros significa necesariamente abandonar el país, la familia y los amigos. Me acuerdo de mi sueño cuando era joven: ir de misionero al lejano Japón. Pero Dios me mostró que mi tierra de misión estaba mucho más cerca: mi patria.
Ayudemos a los jóvenes a darse cuenta de que ser discípulos misioneros es una consecuencia de ser bautizados, es parte esencial del ser cristiano, y que el primer lugar donde se ha de evangelizar es la propia casa, el ambiente de estudio o de trabajo, la familia y los amigos. No escatimemos esfuerzos en la formación de los jóvenes. San Pablo, dirigiéndose a sus cristianos, utiliza una bella expresión, que él hizo realidad en su vida: «Hijos míos, por quienes estoy sufriendo nuevamente los dolores del parto hasta que Cristo sea formado en ustedes» (Ga 4,19). Que también nosotros la hagamos realidad en nuestro ministerio. Ayudemos a nuestros jóvenes a redescubrir el valor y la alegría de la fe, la alegría de ser amados personalmente por Dios, que ha dado a su Hijo Jesús por nuestra salvación. Eduquémoslos a la misión, a salir, a ponerse en marcha. Así ha hecho Jesús con sus discípulos: no los mantuvo pegados a él como una gallina con sus polluelos; los envió. No podemos quedarnos enclaustrados en la parroquia, en nuestra comunidad, cuando tantas personas están esperando el Evangelio. No es un simple abrir la puerta para acoger, sino salir por ella para buscar y encontrar. Pensemos con decisión en la pastoral desde la periferia, comenzando por los que están más alejados, los que no suelen frecuentar la parroquia. También ellos están invitados a la mesa del Señor.
3. Llamados a promover la cultura del encuentro. En muchos ambientes se ha abierto paso lamentablemente una cultura de la exclusión, una «cultura del descarte».No hay lugar para el anciano ni para el hijo no deseado; no hay tiempo para detenerse con aquel pobre a la vera del camino. A veces parece que, para algunos, las relaciones humanas estén reguladas por dos «dogmas»: la eficiencia y el pragmatismo. Queridos obispos, sacerdotes, religiosos y también ustedes, seminaristas que se preparan para el ministerio, tengan el valor de ir contracorriente. No renunciemos a este don de Dios: la única familia de sus hijos. El encuentro y la acogida de todos, la solidaridad y la fraternidad, son los elementos que hacen nuestra civilización verdaderamente humana.
Ser servidores de la comunión y de la cultura del encuentro. Permítanme decir que debemos estar casi obsesionados en este sentido. No queremos ser presuntuosos imponiendo «nuestra verdad». Lo que nos guía es la certeza humilde y feliz de quien ha sido encontrado, alcanzado y transformado por la Verdad que es Cristo, y no puede dejar de proclamarla (cf. Lc 24,13-35).
Queridos hermanos y hermanas, estamos llamados por Dios, llamados a anunciar el Evangelio y a promover con valentía la cultura del encuentro. Que la Virgen María sea nuestro modelo. En su vida ha dado el «ejemplo de aquel amor de madre que debe animar a todos los que colaboran en la misión apostólica de la Iglesia para engendrar a los hombres a una vida nueva» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. dogm. Lumen gentium, 65). Que ella sea la Estrella que guía con seguridad nuestros pasos al encuentro del Señor. Amén