Esta es la transcripción del discurso que
improvisó el Papa Francisco este mediodía en la Catedral de San Sebastián, con
decenas de miles de argentinos que llegaron a Río de Janeiro:
"Gracias, gracias, por estar hoy aquí, por haber venido.
Gracias a los que están adentro y muchas gracias a los que están afuera,
a los 30 mil me dicen que hay afuera. Desde acá los saludo, están bajo la
lluvia.
Gracias por el gesto de acercarse, gracias por haber venido a la Jornada de
la Juventud, yo le sugerí al doctor Gasbarri que es el que maneja, que
organiza el viaje, si hubiera un lugarcito para encontrarme con ustedes. Y en
medio día tenía arreglado todo, así que también quiero agradecer públicamente
también al doctor Gasbparri, esto que ha logrado hoy.
Quisiera decir una cosa. ¿Qué es lo que espero como consecuencia de
la Jornada de la Juventud? Espero lío. Que acá
dentro va a haber lío va a haber, que acá en Río va a haber lío va a haber,
pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos
defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que
sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en
nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para
salir, sino salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!
Que me perdonen los obispos y los curas, si alguno
después le arma lío a ustedes, pero es el consejo. Gracias por lo que puedan
hacer.
Miren, yo pienso que en este momento esta
civilización mundial se pasó de ‘rosca’, se pasó de ‘rosca’, porque es tal el
culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una
praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos.
Exclusión de los ancianos, por supuesto, porque
uno podría pensar que podría haber una especie de eutanasia escondida es decir, no se cuida a los
ancianos pero también está una eutanasia cultural. No se los deja hablar, no se
los deja actuar. Exclusión de los jóvenes, el porcentaje que hay de jóvenes sin
trabajo y sin empleo es muy alto y es una generación que no tiene la
experiencia de la dignidad ganada por el trabajo, o sea esta civilización nos
ha llevado a excluir dos puntas que son el futuro nuestro.
Entonces los jóvenes tiene que salir, tienen que
hacerse valer, los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, a luchar
por esos valores, y los viejos abran la boca, los ancianos abran la boca
y enséñennos, transmítannos la sabiduría de los pueblos.
En el pueblo argentino, yo se los pido de corazón
a los ancianos, no claudiquen de ser la reserva cultural de nuestro
pueblo que transmite la justicia, que transmite la historia, que trasmite
los valores , que transmite la memoria de pueblo. Y ustedes, por favor,
no se metan contra los viejos, déjenlos hablar, escúchenlos y lleven adelante.
Pero sepan, sepan que en este momento ustedes los jóvenes y los ancianos están
condenados al mismo destino: exclusión. No se dejen excluir, ¿está claro? Por
eso creo que tienen que trabajar.
Y la fe en Jesucristo no es broma, es algo muy
serio. Es un escándalo que Dios haya venido a hacerse uno de nosotros, es un
escándalo, y que haya muerto en la cruz, es un escándalo, el escándalo de la cruz. La cruz sigue siendo escándalo
pero es el único camino seguro, el de la cruz, el de Jesús, la encarnación de
Jesús.
Por favor, ¡no licúen la fe en Jesucristo!, hay licuado de naranja, hay
licuado de manzana, hay licuado de banana pero, por favor, ¡no tomen licuado de
fe!
¡La fe es entera, no se licúa, es la fe en Jesús!,
es la fe en el hijo de Dios hecho hombre que me amó y murió por mí.
Entonces hagan lío, cuiden los extremos del
pueblo que son los ancianos y los jóvenes, no se dejen excluir y que no
excluyan a los ancianos, segundo, y no licúen la fe en Jesucristo.
Las bienaventuranzas. ¿Qué tenemos que hacer
padre?, Mira lee las bienaventuranzas que te van a venir bien y si querés saber
qué cosa práctica tienes que hacer, lee Mateo 25 que es el protocolo con el
cual nos van juzgar. Con esas dos cosas tienen el programa de acción: las
bienaventuranzas y Mateo 25 no necesitan leer otra cosa, se los pido de
corazón.
Bueno, les agradezco ya esta cercanía. Me da pena
que estén enjaulados. Pero les digo una cosa, yo por momentos siento qué feo
que es estar enjaulado, se los confieso de corazón.
Los comprendo y me hubiera gustado estar más cerca
de ustedes pero comprendo que por razón de orden no se puede. Gracias por
acercarse, gracias por rezar por mí. Se los pido de corazón, necesito, necesito
de la oración de ustedes, necesito mucho. Gracias por eso.
Les voy a dar la bendición y después vamos a
bendecir la imagen de la Virgen que va a recorrer toda la república y la cruz
de San Francisco que van a recorrer ‘misionaramente.
Pero no se olviden: hagan lío, cuiden los dos extremos de la vida, los dos
extremos de la historia de los pueblos que son los ancianos y los jóvenes, y no
licúen la fe".
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